Editorial (Octubre-Diciembre 1990)

HACIENDO CAMINO AL ANDAR...

Al finalizar el 90 las páginas de TIEMPO LATINOAMERICANO quieren reafirmar la búsqueda de positivos horizontes para la lucha de nuestro pueblo por su dignidad y justicia.

Esta búsqueda está asentada en los múltiples esfuerzos de los sectores populares que, aún desde la adversidad socio-económica y la agresión de los medios de comunicación masivos, señalan un lento pero firme y sostenido avance que podríamos resumir en dos elementos fundamentales:

*el crecimiento de la conciencia acerca de la necesidad de articular los esfuerzos de las organizaciones populares, como forma de fortalecer la sociedad civil, que en los últimos meses ha tenido expresiones masivas a través de la protesta silenciosa en diversos puntos del país cuestionando los distintos estamentos de poder. Y tiene también variadas y valiosas expresiones en las organizaciones populares que han crecido y crecen en las barriadas de nuestras ciudades, motivadas por la urgencia de ejercer un protagonismo real en la solución de las necesidades fundamentales que padece nuestro pueblo.

*La multiplicación de espacios de debate y reflexión, que responden a la necesidad de perfilar un horizonte nuevo y distinto, tanto en lo político y en lo económico, como en lo eclesial y lo cultural. Y en la conciencia de esta necesidad está arraigado no sólo el cuestionamiento a lo ya “establecido”, que aparece como incapaz de asumir las aspiraciones y los reclamos de los sectores populares, sino también el convencimiento de que no se trata, ni tampoco basta, repetir consignas ni fórmulas agotadas.

Las profundas transformaciones que ha sufrido y sufre no sólo la sociedad en nuestro país, sino en toda Latinoamérica y el mundo entero obligan a un análisis serio y profundo para visualizar las nuevas perspectivas que puedan favorecer la suerte de las inmensas mayorías que reclaman dignidad y justicia.

El equipo TIEMPO LATINOAMERICANO quiere contribuir a afrontar estos desafíos; y en este sentido va la concreción del Programa de Formación que iniciaremos en el verano del ’91, con el Curso-Taller sobre análisis de coyuntura y reflexión bíblica.

Nos proponemos brindar este nuevo servicio, fundamentalmente a las comunidades, grupos y organizaciones del centro y norte del país, generalmente imposibilitados de acceder a estos recursos, que contribuyen a fortalecer el trabajo comunitario abriendo nuevas perspectivas para su consolidación y articulación.

Y en este contexto resulta también fundamental, desde nuestra perspectiva de fe, la consideración del rol que les cabe a las Iglesias, que encuentran en la celebración de los 500 años un motivo para revisar su práctica y plantearse los nuevos desafíos de la realidad latinoamericana. Es la interpelación que asumen las comunidades eclesiales de base, en medio de las múltiples tensiones que caracteriza la búsqueda de la iglesia en Latinoamérica frente al intento de quienes pretenden frenar la marcha del compromiso cristiano junto al pueblo en su lucha.

Hacer camino al andar significa para nosotros debatir y sumar nuestras propias reflexiones, a propósito de los 500 años, aún escasas en Argentina –y en gran medida porque tampoco el Documento Preparatorio del CELAM ha tenido suficiente difusión– para que lleguemos a Santo

Domingo en 1992, con el soplo del Espíritu que nos alienta a “anunciar la Buena Nueva a los Pobres” (Lc. 4).

Que la Navidad y el Año Nuevo sean el augurio del nuevo nacimiento de la justicia, la libertad y la paz que viene gestando la lucha de nuestros pueblos, desde los cotidianos esfuerzos de sus organizaciones.

Es nuestro anhelo y compromiso.

Equipo tiempo Latinoamericano