Revista
Tiempo Latinoamericano

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Editorial (Febrero 1992)

¿POR QUÉ LOS 500 AÑOS?

Revista nº42 (Cliquee para ver/descargar)TIEMPO LATINOAMERICANO dedicará este año todas sus ediciones a la conmemoración de los 500 años.

Seguramente, a medida que nos acerquemos al12 de octubre, se intensificarán los artículos, videos, programas televisivos, radiales, etc., sobre los 500 años.

No nos queda la menor duda de que la mayoría –sino todos– de los grandes medios de comunicación presentarán este acontecimiento como la gran gesta civilizadora. Para reafirmar el proyecto de dominación la mayoría de los gobiernos impulsarán o se plegarán a las grandes inversiones económicas para resaltar las bondades de la conquista y colonización de nuestras tierras, como forma de acentuar el predominio cultural, menospreciando las raíces profundas de la cultura de este continente que los conquistadores denominaron “América”. Será una manera de decirnos que siempre es mejor lo que viene de afuera y de lejos.

La Iglesia católica y otras iglesias, que tuvieron y tienen un rol destacado en esta América, también se unirán a esta celebración. Sus expresiones jerárquicas lo harán desde una perspectiva dominadora. Así lo indican los preparativos del Estado y la Iglesia de Santo Domingo, donde el Gobierno viene realizando obras faraónicas y el Episcopado Latinoamericano realizará su IV Conferencia.

Por cierto que nada será blanco o negro. Porque en estos niveles, como en lo político o cultural, estarán en puja dos visiones de la historia, que responden de últimas a dos proyectos diferentes de sociedad por los que se vive y se lucha.

Algunos querrán aprovechar la ocasión para reafirmar su convicción de que es imposible resistir y doblegar la dominación; y entonces predicarán la conveniencia de adecuarse a la ola de la historia, uniéndose al proyecto dominador, aunque más no sea como cola de león. Como si entrar al primer mundo fuese una simple cuestión de voluntad subjetiva, realizable por la sola magia de las palabras…

Como cristianos, que intentamos ser fieles a la conducta profética de Jesús, preferimos sumarnos a los miles de esfuerzos que realizan por las distintas latitudes de América latina y el Caribe, por mirar la historia desde el otro lado. El lado indígena, que lejos de haber desaparecido, a pesar de tantos genocidios, todavía impregna hondamente la cultura latinoamericana y está vivo y presente, cuando lucha por mantener o recuperar sus tierras en Guatemala, Ecuador, Brasil, México y también en nuestro suelo argentino, aunque esa realidad no ocupe los primeros planos de los medios de comunicación.

Miraremos la historia desde los perseguidos, los desposeídos. Como Jesús, desde el lado de los pobres, podremos descubrir que estos 500 años no sólo fueron de conquista y dominación. Podremos rescatar la memoria histórica de tantas luchas de resistencia en estos 500 años. Valorizaremos el esfuerzo y el tesón de tantas generaciones aplastadas que supieron levantar la cabeza para seguir caminando en busca de liberación. Rescataremos las experiencias concretas de comunidades que supieron y saben organizarse, como sociedad, teniendo como valores supremos la solidaridad y la fraternidad y la justicia.

Descubriremos que es posible, útil y necesario, lucha por una concepción de vida válida sin necesidad de endiosar el dinero, el mercado, la estabilidad para unos pocos, etc.…

Nos haremos eco, desde nuestras páginas, de la denuncia al atropello indígena, no sólo de ayer, sino de hoy, y muy cerca nuestro. E intentaremos aportar a la reflexión para hacer surgir también desde nuestra Argentina una perspectiva diferente, un discurso consecuente con todas las voces que se levantan en esta América dominada, para señalar que no nos han derrotado, que seguimos resistiendo, que queremos hacer realidad nuestros sueños de una sociedad justa, sin opresores ni oprimidos.

No serán muchos, ni poderosos los medios de comunicación que se unirán a nuestro esfuerzo. Pero nuestra Revista, como desde hace ocho años, buscará expresar ese TIEMPO LATINOAMERICANO que nos viene desde la figura del hombre y la mujer indígena, que constituyen nuestro emblema.

No seremos los únicos, pero sí seremos de los pocos que desde nuestra Argentina, intentará hermanarse con los miles de pequeños esfuerzos periodísticos que en los distintos países de Latinoamérica reflejarán las aspiraciones, los sentimientos y los reclamos de todos aquellos que desde su pobreza quieren hacer de estos 500 años un punto de partida para reconquistar la justicia y la libertad.

EQUIPO RESPONSABLE