Editorial (Agosto de 1997)

"Desde aquí anunciamos la Esperanza que tanto nos hace falta"

Enrique Angelelli, Obispo y Mártir

Al conmemorar el 21 aniversario del martirio del Obispo Enrique Angelelli, nos convocamos bajo el lema y el desafío de reconstruir la esperanza.

Porque necesitamos de la esperanza para seguir caminando y no son pocos –los de adentro y los afuera– los que nos quieren robar hasta la esperanza:

-cuando nos dicen que no queda otra salida que la neoliberal.

-cuando se especula con el desempleo y la desocupación para hacernos sentir inútiles y excluidos, mientras los números muestran un crecimiento económico que se concentra cada vez más en pocas manos, sobre la base de mayor explotación.

-cuando aplastados por la necesidad económica nos quieren meter en la cabeza que no vale la pena luchar.

-cuando nos presentan la globalización como un gigante que nos pisa indefectiblemente, quedándonos sólo la opción de salir disparando cada uno por su lado.

…Y así, fragmentados, divididos, nos quieren convencer de nuestra debilidad, de nuestra dispersión y de que sólo vale la salida individual, egoísta, de la competencia feroz…

Ante tanta sombra, apelamos a la luz… Ante tantas pálidas, apostamos a la esperanza… que no es patear la pelota para adelante, ni esperar la solución mágica caída del cielo, sino asumir el desafío de globalizar la esperanza, que en concreto significa:

-Valorar los hechos de resistencia: los esfuerzos solidarios en las comunidades y organizaciones de base para garantizar el pan de la vida de todos los días, la carpa blanca de los docentes por mayor presupuesto educativo, el reclamo de los padres y alumnos de las escuelas de Villa El Libertador, Guiñazú y otros lugares de Córdoba y el país, los cortes de ruta y las protestas de los pueblos hambreados por la desocupación que no se resignan a morir de inanición, como Cutral-Có, Salta, Jujuy, Cruz del Eje y otros que no alcanzan a llegar a los medios de prensa.

-Extender una perspectiva alentadora sustentada en las posibilidades concretas de vencer las dificultades, abordando soluciones efectivas a los problemas que nos presenta la dura realidad cotidiana.

-Articular las iniciativas y las acciones que recompongan las redes de los movimientos populares para oponer una fuerza organizada al poder de ese dios mercado, que va mostrando sus pies de barro.

-Destacar las acciones positivas que son claras expresiones de construcción de la esperanza, como el Encuentro Nacional de los Chicos/as Trabajadores/as, realizado en el mes de julio en Córdoba.

-Avanzar en la construcción de alternativas políticas que profundicen y sinceren la democracia, mediante la conquista de mayores espacios y mecanismos de participación, para contrarrestar a los que la desvirtúan con sus conductas corruptas o reniegan de ella dando pié a comportamientos autoritarios o mesiánicos.

GLOBALIZAR LA ESPERANZA SIGNIFICA APOSTAR A LA RESURRECCIÓN.

Es convencerse de que “la muerte ha sido vencida”, como dice San Pablo.

Porque es más fuerte el poder de la vida, como lo testifican nuestros mártires, que viven en la memoria popular animando nuestra marcha.

Y en esta certeza, es nuestra responsabilidad vencer a la muerte todos los días, en cada gesto solidario, en cada palabra de aliento.

RECONSTRUIR LA ESPERANZA ES OPTAR POR LA VIDA.

Por eso, en el aniversario del martirio, hacemos nuestra la plegaria que cada domingo eleva la gente de la Villa Obispo Angelelli:

ENRIQUE ANGELELLI,
amigo de los pobres,
te pedimos hoy por nuestro PAN y TRABAJO.
Porque PAN sin TRABAJO es humillación
y TRABAJO sin PAN es explotación.
Por eso queremos
PAN con TRABAJO, que es DIGNIDAD,
y TRABAJO con PAN, que es JUSTICIA.
Y así ir caminando con María, nuestra Madre,
Hacia la liberación que Jesús nos trae,
y realizar el querer providente de Dios. Amén.

Equipo Tiempo Latinoamericano