Revista
Tiempo Latinoamericano

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Editorial (Julio de 1999)

Caminos contra las esclavitudes

Revista nº62 (Cliquee para ver/descargar)“Todas las esclavitudes y todo dolor busca el camino de una ‘nueva tierra y cielos nuevos’. Son sistemas que caen definitivamente abriéndose paso a otros nuevos que exigen la creatividad nuestra. Se hará con mucho dolor porque el pecado y las estructuras de pecado seguirán obstruyendo el paso a una nueva comunidad de hombres que nos amemos y juntos construyamos la felicidad de todos. No crean que les digo frases bonitas para los hombres de esperanza; no es una utopía, es la gran tarea exigida de cada cristiano, de cada hombre que no renuncia a tener un corazón recto y limpio”. (Enrique Angelelli – Homilía de la Misa Radial, 8 de noviembre de 1971)

Estas palabras de nuestra Obispo mártir elegidas para motivar el VIII Encuentro de Reflexión Mons. Angelelli sobre los “DESAFÍOS ANTE EL NUEVO MILENIO” son una luz que nos abre a la esperanza al mismo tiempo que una exigencia para el compromiso.

Hemos planteado para la reflexión de este año algunos temas que se nos presentan como desafíos para el milenio que se nos abre en pocos meses:

1 –La creciente fragmentación social, la exclusión cada vez más acentuada que impone el modelo neoliberal y la falta de capacidad, generosidad y audacia para generar alternativas creíbles, posibles y superadoras en la construcción de una nueva sociedad nos obligan a profundizar la reflexión sobre nuestra realidad, intentando descubrir los nuevos fenómenos y las “nuevas culturas” que reclaman y exigen desarrollar la capacidad creadora para responder a la nueva realidad manteniendo las motivaciones y valores fundamentales que nos animan en nuestro caminar. Se impone en este contexto analizar el “fundamentalismo” que se expresa como intolerancia y sectarismo tanto en lo económico y social como en lo cultural, político y religioso, en contrapartida a una actitud ecuménica, abierta, pluralista, que sin duda incluye no sentirse dueño absoluto de ninguna verdad, ni tampoco aferrarse a falsas seguridades o soluciones milagrosas a las que somos propensos cuando el horizonte se presenta nublado. En este marco asumimos el desafío de promover la construcción de un “nuevo pensamiento” que abra perspectivas y promueva respuestas ante la interpelación de la vida amenazada de tantos hermanos y hermanas. Por eso también la relación entre ese aparentemente lejano e intrincado tema de la deuda externa que motiva grandes reuniones y debates en el mundo entero y la vida cotidiana de quienes sufrimos sus consecuencias en el constante deterioro de la calidad de vida, hasta convertirse en la “deuda de la muerte”, según la expresión del Obispo Pedro Casaldáliga.

2 –La reflexión de esta realidad no la hacemos para satisfacer una curiosidad intelectual sobre lo que nos espera en el nuevo milenio. Estamos exigidos desde nuestra fe a un compromiso cristiano que contribuya a crear “la nueva tierra y los nuevos cielos”, como nos lo recuerda Angelelli al mencionar la convocatoria del Apocalipsis. Juntos a la seguridad de que los “sistemas caen definitivamente abriéndose paso a otros nuevos” nuestro Obispo mártir nos la advertencia de que “se hará con mucho dolor porque el pecado y las estructuras de pecado seguirán obstruyendo el paso a una nueva comunidad de hombres que nos amemos y juntos construyamos la felicidad de todos”. El testimonio con la sangre derramada de nuestros mártires es el sello indeleble que rubrica el imperativo de esta “gran tarea exigida de cada cristiano, de cada hombre que no renuncia a tener un corazón recto y limpio”. En el ejercicio de la solidaridad social vamos haciendo el camino contra todas las esclavitudes.

“Cristo ese el que nos envía a anunciar la vida que hace feliz a los hombres, a ayudar a liberar a nuestros hermanos de toda servidumbre”.- E. Angelelli-

En el 23 aniversario del martirio del Obispo Enrique Angelelli. 4 de agosto de 1999.

Equipo TIEMPO LATINOAMERICANO