Revista
Tiempo Latinoamericano

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Editorial (Octubre de 1999)

Manos abiertas en reclamos y esperanzas

Revista nº63 (Cliquee para ver/descargar)“Nuestra imagen actual” se llama la obra del pintor mexicano David Siqueiros que ilustra nuestra portada. Representa al hombre-mujer cuya fuerza aumentó pero cuyo destino es incierto. En primer plano sus manos se abren limpias, generosas pero su rostro es sombrío y duro como una roca.

La imagen muestra la paradoja de la humanidad que a fines de siglo posee todos los adelantos tecnológicos para vivir en paz y con desarrollo para todos. Pero donde no todos están invitados a vivir de las bondades de esta modernidad de fin de milenio, son los actores sin rostro los que aun esperan:

-Ser parte del desarrollo, para dejar de ser periferia de un mundo miserable y sin futuro. Donde la tecnología sirve para mejorar la calidad de vida de todos. Y no para concentrar la riqueza y dejar afuera, sin trabajo y sin pan a los marginados de ayer y excluidos de hoy.

-Ser el centro de las noticias, pero que digan la verdad y no que sean manipuladas por las grandes cadenas de “información”.

-La resolución de todas sus miserias y una de las principales hoy más que el hambre o la desocupación, es la de ser “minorías étnicas”. Minorías que esperan su hora de libertad y democracia como los habitantes de Timor Oriental, del Tíbet, los jóvenes héroes de la plaza de Tianamen, los rebeldes Chechenos, los pueblos indígenas de toda América, que a 507 años de la conquista viven en la pobreza y el abandono de los gobiernos y de tantos otros pueblos originarios.

Son los hombres y mujeres que claman por justicia frente a los crímenes y la impunidad con que actúan los poderosos de turno:

-En Chamical, La Rioja, donde los sacerdotes están siendo amenazados por exigir justicia por el asesinato no esclarecido de la joven Rita Narbone. La impunidad y la corrupción en los estamentos del poder reclaman de la democracia mayor transparencia ética. Quizás esta sea la exigencia posible que los resultados electorales deban satisfacer.

-En Córdoba y Buenos Aires, los familiares de la tragedia de Aeroparque, donde son responsables la empresa Lapa, y las autoridades aeronáuticas que no cumplen con su obligación de verificar el estado de las aeronaves. El afán de lucro exacerbado con la euforia privatista, que por ahorrar “costos” y acrecentar ganancias, flexibiliza las condiciones laborales y restringe medidas de seguridad en un absoluto desprecio por la vida.

-En la Quiaca, Jujuy, donde con la “Marcha de la Esperanza” hombres, mujeres y niños de la Puna reclamaron por el NO PAGO DE LA DEUDA EXTERNA Y EL SI A LA VIDA.

-En todo el país donde las deudas sociales y ecológicas están aun sin saldar, sirviendo solo como moneda de cambio de los intereses políticos y económicos.

El hombre-mujer abre sus manos ante un destino incierto… ¿Qué mundo está forjando para el milenio que viene?

La tierra, como nuestra casa, es el único refugio que nos queda, en ella deberemos volver a vivir en cooperación, diálogo y solidaridad. La vida deberá alimentarse de la mutua hermandad de la humanidad entre sí y no por la competencia entre los seres vivos donde los más débiles quedan en el camino.

Frente al siglo que viene debemos asumir que es el afecto, la compasión y el sentir con el otro lo que logrará romper esta exclusión que hoy vivimos.

Equipo Tiempo Latinoamericano