Revista
Tiempo Latinoamericano

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Editorial (Agosto de 2006)

Ayudamemoria

Revista nº82 (Cliquee para ver/descargar)HACE 30 AÑOS

-Las Fuerzas Armadas se presentaban como salvadoras del “caos y la violencia” y el país se hundía en el terror, con la implantación de la doctrina de la seguridad nacional.

-El Ministro José Alfredo Martínez de Hoz, conspicuo representante de la vieja oligarquía argentina, aburría con el detalle de la economía neoliberal que se impondría con las fuerzas de represiones, secuestros, torturas y muertes.

-Los sindicatos, partidos políticos y demás entidades intermedias eran intervenidos, avasallados y saqueados por las fuerzas militares.

-La iglesia católica, única institución con fuerte peso social que no era masivamente reprimida, adoptaba el silencio como conducta, sumergiéndose en una connivencia y complicidad que la alejó de su misión evangélica.

-Se instauraba el terrorismo de estado, se instalaban los campos de concentración en el país, donde fusilaba, se torturaba, se mantenía cautivos y presos a miles de argentinos y argentinas, la mayoría de los cuales nunca más volvieron y muchos fueron arrojados al mar.

DURANTE ESTOS 30 AÑOS

-Las Fuerzas Armadas nos condujeron irresponsablemente a la guerra de Malvinas, sacrificando perversamente a nuestros jóvenes-niños soldados.

-Se incrementó astronómicamente la deuda externa, estatizando la privada, y se armó el festín de la patria financiera, que enterró empresas y expulsó trabajadores.

-Se llegó a la democracia, aunque condicionada por el poder económico concentrado, que acentuó las políticas neoliberales.

-Con el Informe Nunca Más, se enjuició a la Junta de Comandantes militares, aunque la debilidad democrática cedió a la implantación de las leyes del perdón, mientras la jerarquía eclesiástica predicaba una “reconciliación”, que nunca logró cerrar heridas, porque no estaba asentada en la verdad y la justicia.

-Llegó Menem, con el voto mayoritario al “salariazo y la revolución productiva”. Pero se profundizó el neoliberalismo, desmantelando el estado, privatizando sus empresas. Flexibilizando las condiciones laborales, agigantando la desocupación, desprestigiando la política, institucionalizando las “relaciones carnales” con los Estados Unidos, consolidando el vaciamiento cultural, etc., etc.

-Como los pueblos se equivocan pero no se suicidan, creció la resistencia social, aparecieron nuevos movimientos, se organizaron diversos sectores según sus propias demandas, los organismos de derechos humanos persistieron tesoneramente en sus reclamos de justicia y castigo a los asesinos y torturadores.

-Las comunidades de base, con los aires latinoamericanos que llegaron al país, encontraron nuevas formas de reflexión, organización y ejercicio de la solidaridad.

-Desde distintos movimientos sociales, políticos y/o religiosos se levantó la memoria de tantas hermanas y hermanos, que a causa de su fidelidad en el compromiso, les fue arrebatada la vida.

DESPUÉS DE 30 AÑOS

-Cayeron las falsas profecías y las pretendidas nuevas verdades. Y empezó a recuperarse el valor del estado y de la participación social y política. Y la importancia de ello para el mayor bienestar de los pobres, cada vez más salvajemente condenados a la miseria por las políticas neoliberales.

-Se anularon las leyes que consagraron la impunidad y comenzaron a reabrirse los juicios contra los criminales y represores del estado terrorista.

-Se respiran nuevos aires políticos, que cimentados en aquella larga y agotadora resistencia popular, abren nuevas esperanzas de cambios en el mejoramiento de las condiciones de vida de las mayorías que todavía siguen excluidas del empleo, de la salud, de la educación y de los derechos humanos más elementales.

-Después de tantas veces que nos presentaron las crisis económicas con consecuencias inevitables, siempre adversas para los pobres, asistimos a un crecimiento económico que hace posible una mejor distribución, pero que sigue requiriendo del reclamo popular organizado.

-Se dan pasos importantes en una integración latinoamericana, que si avanza tanto en lo económico, como en lo político, cultural y social, contribuirá a generar nuevas relaciones para una inserción mundial que termine con el imperialismo genocida necesitado permanente de guerras para mantener su hegemonía militar.

-El recuperado testimonio de nuestros mártires brilla en el firmamento animado y nuestro caminar, fortaleciendo nuestras convicciones y alentando nuestras esperanzas de mayor dignidad, justicia y fraternidad para todos.

-Particularmente, como ejemplo de trabajo y espacio de reflexión, quienes integramos el Centro Tiempo Latinoamericano, vemos con satisfacción que esta larga siembra levantando la memoria de nuestro querido maestro “Pelado” Angelelli, comience a brotar extendiéndose a lo largo y a lo ancho del país, más allá de los oportunismos que de todos modos nunca podrán sepultar la verdad.

(Añada cada uno lo suyo… para el balance y las perspectivas).

Equipo Tiempo Latinoamericano