Revista
Tiempo Latinoamericano

   ES      EN      PO

Editorial (Noviembre de 2015)

"Seguir andando nomás"

Revista nº100 (Cliquee para ver/descargar)"Seguir andando nomás"
E. Angelelli

Las cien ediciones de esta revista testimonian las más de 40 veces por año que un grupo de militantes cristianos identificados con una perspectiva liberadora, ecuménica y pluralista se ha reunido en los últimos 33 años, desde octubre de 1982.

Nos impulsó, desde la memoria de nuestro maestro Angelelli, sumar una voz a la multitud de voces que empezaban a despertar después del silencio impuesto por el terrorismo de estado. Era tanta la vida que habíamos jugado en la transformación social y política, desde nuestro compromiso cristiano, que no podíamos darnos el lujo de escondemos y callar. Estaban de por medio también el empujón testimonial de tantas y tantos que quedaron en el camino.

Celebramos el retomo de la democracia, que nos permitió seguir andando, aunque limitados como pueblo que recién podía volver a mirar a los costados para ver cuánto de organización había sobrevivido al poder de la muerte.

Fuimos aprendiendo que caminábamos en una realidad diferente. El cruel neoliberalismo que con las armas empapó de sangre el camino del pueblo, acomodó sus cargas para adueñarse, otra vez, de las formas democráticas condicionando así la recuperación de libertades y derechos inescindibles a la condición humana.

Nuestras páginas fueron dando cuenta de ese camino que paso a paso había que hacer, muchas veces al tanteo porque las transformaciones neoliberales obligaban a respuestas nuevas y diferentes a las que antes habíamos intentado.

Nunca quisimos ser voz oficial de ninguna Iglesia, pero la identidad del grupo fundador de origen católico, valió la “desautorización” del Cardenal Primatesta apenas intentamos introducir nuestras páginas en ámbitos eclesiales, parroquias y colegios. Aclaramos que sólo pretendíamos extender nuestras convicciones y servir de nexo entre tantos y tantas que no se resignaban a una fe vivida en las cuatro paredes de un templo.

El Arzobispo de Córdoba nos cuestionó también que reivindicáramos el “martirio” del obispo Angelelli. “Yo era Presidente del Episcopado y nadie trajo ninguna prueba de eso”, nos dijo. Pero seguimos nuestro andar juntando firmas reclamando la investigación judicial, que concluyó en el 2014 con la condena de los asesinos.

Levantar y adoptar la consigna que aprendimos de nuestro querido Pelado: “Un oído al Evangelio y otro al Pueblo” era mucho más que reducirse a creencias rituales. Evangelio y Pueblo habían implicado para el inspirador de la consigna el alto precio de su sangre, negada hasta ahora por la mayoría de sus “hermanos de báculo y de mitra”, como dijo el obispo poeta Pedro Casaldáliga. Si había que gritar la buena noticia “desde los tejados”, la misión era que se escuchara en los distintos escenarios donde actúan las comunidades y las organizaciones del pueblo, en los barrios, en las calles y en las plazas. Pero como también hemos sido siempre concientes de nuestras limitaciones, sabíamos que nuestra palabra -que también quería recoger la de otros- no era “la” verdad, sino apenas el aporte para la búsqueda común de un camino todavía en construcción, con muchas piedras que obligaban transitar por senderos provisorios hasta encontrarsecon otros que venían desde lugares diferentes.

Nuestras páginas más antiguas dan cuenta de esas búsquedas. Y también del esfuerzo por compartir lo que fuimos aprendiendo y descubriendo en nuestro paso latinoamericano, con la incorporación de nuevas experiencias y nuevos pensamientos.

Mirar la realidad desde la perspectiva cristiana, no con ánimo proselitista, apologético o para engorde institucional de épocas antiguas, sino con afán de servicio y comprometidos -cada uno de los miembros y colaboradores de TIEMPO LATINOAMERICANO- con su propio ambiente nos enriqueció al redescubrimos y valoramos como parte activa de ese pueblo en búsqueda de mayor justicia y dignidad, con idas y venidas, aprendiendo sobre la marcha, pero mirando hacia el horizonte que nos tensiona a cada paso y nos permite avanzar.

En las páginas de la historia de la revista TIEMPO LATINOAMERICANO están contenidas distintas experiencias comunitarias que dieron sus propios pasos por sus reivindicaciones. Nos alegramos de haber servido de canal para compartirlas y a la vez alentarlas. Sigue siendo uno de nuestros propósitos. También agradecemos a los/as que le dedicaron horas o días a compartir sus reflexiones, tanto locales como latinoamericanas. Una lectura corrida de los cien números de la revista quizás nos permitiría encontrar hilos que se extienden en los 33 años y otros que se cortaron y se anudaron con nuevos enfoques. Y en este empeño queremos seguir, aún concientes de la limitada extensión de nuestro esfuerzo editorial.

Desde Córdoba al país y a Latinoamérica, como rezaba una de nuestras propagandas iniciales, no pretendía transformarse en un producto periodístico comercial -aunque en sus comienzos algunos necesitaban también una fuente laboral-; sino principalmente un instrumento desde lo local para proyectar lo nuestro a otras geograñas. Pero también para acercar desde esos lugares lo que podía servimos.

Fuimos avanzando en definimos como un instrumento más de comunicación, de intercambio, de recuperación de la memoria martirial, de lucha por la vida plena de todas y todos, colocando en el centro de nuestras páginas a los empobrecidos y sus realidades.

En épocas de repliegue, arrinconados como pueblo por las imposiciones neoliberales, pudimos ofrecemos como espacio de encuentro y reflexión. Fueron nuestros Cursos de Verano en Colonia Caroya, nuestras Semanas de Reflexión “Monseñor Angelelli” en agosto, o jornadas especiales de capacitación sindical, de debates sobre las realidades de género, movimientos populares, o coyuntura política. Muchos de estos aportes colectivos se reflejaron en las páginas de la revista.

Desde que en el año 2010 adoptamos el formato libro, sin dejar de ser revista, vimos la necesidad de constituirun Consejo Asesor, para recibir un aporte más institucionalizado de amigos y colaboradores que aceptaron generosamente compartir y debatir propuestas de reflexión para servir mejor a las realidades nuevas que viven nuestros pueblos latinoamericanos, con avances políticos y sociales importantes, pero también con muchas dificultades para enfrentar a los poderes hegemónicos mundiales que siguen descargando sus crisis en nuestro continente.

Llegamos al número 100 sabiendo que TIEMPO LATINOAMERICANO es mucho más que una revista. La Casa Mons. Angelelli que nos alberga sigue siendo el lugar de encuentro intergeneracional. Nuestras actividades son convocatorias que quieren promover ese diálogo. Y nuevas experiencias encuentran en este espacio la oportunidad del intercambio, de la reflexión, especialmente de las nuevas generaciones que van haciendo su propio camino, comprometidas con las problemáticas que padecen los sin tierra o sin vivienda.O la desigual lucha de los pueblos originarios. O las víctimas del gatillo fácil. O los que siguen siendo descarte social. O tantos y tantas otras/os que aún con los avances logrados siguen estando en el subsuelo de una patria que quiere y debe incluir a todos.

Sin falsa modestia nos valoramos como TIEMPO LATINOAMERICANO, desde este pequeño lugar, que se constituyó en referencia para otros grupos que en nuestra ancha y extensa geografia latinoamericana siguen articulandoreflexiones y búsquedas de mejor servicio y mayor compromiso.

Desde motivaciones enraizadas en el Evangelio y el testimonio de nuestros mártires, valorizamos el aporte de las diferentes vertientes ideológicas, respetamos la diversidad en las opciones políticas, reivindicamos las conductas ecuménicas y abrimos las puertas -nuestras páginas, nuestra Casa- apostando a que los jóvenes y los pobres sean, también en estos tiempos, “los profetas de la nueva sociedad” -como proclamaba Mons.Angelelli-, que nos señalan lo que nos falta y nos dan la esperanzade seguir fieles en el camino de su construcción. Un camino nunca fácil, sin certezas absolutas pero con convicciones probadas, aceptando el desafio de “seguir andando, nomás”

Equipo Tiempo Latinoamericano

Índice (Cliquee sobre cada título para ver su correspondiente archivo pdf)

PORTADA

Editorial 100. "Seguir andando nomás"

Democracia con más Democracia

100 números para un Tiempo Latinoamericano

Un colectivo de hombres y mujeres

Reflexiones con motivo del número 100

Un regalo inesperado y desbordante

Cien números y un nuevo compromiso

Cristiana, ecuménica y con tonada cordobesa

Sabiduría que sostiene

100 revistas son un canto a la perseverancia, a la audacia y a la coherencia

Sin miedo a ser felices

Ivone Gebara. El papel de la Mujer en las Iglesias hoy

Cambio de época y Cristianismo Liberacionista

Una visión Bíblico Teológica

Cómo ven los europeos un Papa latinoamericano

Carta/ La Rioja. Una causa de todos los riojanos

La otra Iglesia. Un análisis antropológico de memorias sobre el tercermundismo entre militantes católicos progresistas de Córdoba

Juicio al robo de bebes

OBISPO ANGELELLI. "No tengo vocación de mártir, ni de héroe"

Comenzó la causa diocesana por el martirio de Monseñor Angelelli

Seminarios de Formación Teológica y Tiempo Latinoamericano

Mons. Enrique Angelelli y los Trabajadores

Homenaje. P. Quito Mariani

LA MEMORIA EN DOCUMENTOS. Reportaje a Mons. Angelelli. EL OBISPO ANGELELLI DEFINE EL SENTIDO DE SU ACCIÓN PASTORAL EN LA RIOJA

Interrogantes sobre consumo y democracias "progresistas"

Evolución de la conciencia de la Discapacidad

Vllº Seminario de la Cátedra Libre Monseñor Angelelli

Laudato Si en el contexto más amplio de la DSI: El cuidado de la casa común

Desigualdad, trabajo y economía social

Experiencia comunitaria. Entrevista al P. Mariano Oberlin. Construyendo un espacio donde poder hacer una vida distinta

Revista nº100 completa